MUY BUENAS TARDES A TODAS MIS COMPAÑERAS DE LA ESCUELA VIRTUAL, COMPARTO LA SÍNTESIS DEL 3 ENCUENTRO. MUY CONTENTA DE SEGUIR PARTICIPANDO EN EL FORO, DE SEGUIR APRENDIENDO, REFLEXIONANDO. BENDICIONES.
MÓDULO I: Consecuencias del Segundo Hito: El Jardín de María
📷


MÓDULO II: Pedagogía Dinámica. Pedagogía de Ideales. Pedagogía de Vinculaciones PEDAGOGÍA DE IDEALES --> Arte de mostrar a cada persona y a cada comunidad

MÓDULO III - Sacramentos de Curación - Sacramento de la Reconciliación
Por esto el sacramento de la reconciliación nos regala nuevamente la libertad de los hijos de Dios
El sacramento de la Reconciliación es un sacramento de curación. Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, curar mi alma, sanar el corazón y algo que hice y no funciona bien. El perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Yo no puedo decir: me perdono los pecados. El perdón se pide, se pide a otro, y en la Confesión pedimos el perdón a Jesús. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo, es un don del Espíritu Santo. El examen de conciencia consiste en reflexionar sobre aquellas acciones, pensamientos o palabras, que nos hayan podido alejar de Dios, ofender a los demás o dañarnos interiormente. Es el momento de ser sinceros con uno mismo y con Dios, sabiendo que Él no quiere que nuestros pecados pasados nos opriman, sino que desea liberarnos de ellos para poder vivir como buenos hijos suyos el arrepentimiento llega con un sentimiento intenso de dolor o vergüenza, que nos ayuda a enmendarnos. Sin embargo, no es indispensable sentir ese tipo de dolor: lo importante es comprender que hemos obrado mal, tener deseos de mejorar como cristianos y hacer el propósito de no volver a cometer esas faltas. Es el pórtico del arrepentimiento, es esa senda privilegiada que lleva al corazón de Dios, que nos acoge y nos ofrece otra oportunidad, siempre que nos abramos a la verdad de la penitencia y nos dejemos transformar por su misericordia. Confesarse con un sacerdote es un modo de poner mi vida en las manos y en el corazón de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús. Es importante que vaya al confesionario, que me ponga a mí mismo frente a un sacerdote que representa a Jesús, que me arrodille frente a la Madre Iglesia llamada a distribuir la misericordia de Dios. Hay una objetividad en este gesto, en arrodillarme frente al sacerdote, que en ese momento es el trámite de la gracia que me llega y me cura.
Gracias Roxana por compartir tu trabajo de síntesis con todas !
Que bueno, Roxana, gracias!!